Examinar la problemática identificada en un contexto de la vida real con el fin de verificar que esté siendo bien entendida, así como de amplificar y refinar el mapeo de la complejidad de la misma.

Al llegar a esta etapa ya hemos reflexionado sobre quiénes somos como personas, como miembros de un equipo y como TiUDadanía. Además, hemos identificado cuáles son los problemas que nos atañen y nos importan y hemos creado una visión común de futuro. En esta etapa iniciaremos el proceso de diseño. Lo primero que diseñaremos será la ruta que una el presente con el futuro deseable. Esta ruta estará conformada por hitos desarrollados desde cualquier ámbito de la vida humana (STEAPLE) que operarán en lastres diferentes escalas (micro, meso y macro).

No obstante, antes de empezar a diseñar, necesitamos asegurarnos de que estamos entendiendo bien la problemática que pretendemos abordar. Si bien, ya llevamos a cabo algunos ejercicios que nos han ayudado a mapearla desde una aproximación sistémica, ahora vamos a ir a conocerla en la vida real.

La principal recomendación que hace el TiUD, es que el contexto que elijan le sea propio, al menos a un integrante de su equipo, pues esto facilitará el acceso e incrementará las posibilidades de incidir en él.

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